HISTORIA DE Tobías
El libro de Tobías narra un drama familiar que tiene como principales protagonistas al anciano Tobit, a su hijo Tobías, a la joven Sara, y al arcángel Rafael.
Dos situaciones particulares. Tobit se queda ciego, y sobre Sara pesa una maldición por la que sus maridos han muerto la misma noche de bodas.
Tobías emprende un viaje para cobrar una deuda familiar. El arcángel Rafael será compañero de viaje, hará de Celestino y organizará el matrimonio de Tobías con Sara, a la que se le habían muerto siete maridos la misma noche de bodas. ¿Qué le pasará a Tobías su nuevo esposo? Uf. Un final de gran novela. Tienen que leerlo. Es lo máximo.
Después de firmar el contrato de matrimonio y una boda exprés, los nuevos esposos van a dormir. Antes de intimar, hacen una oración a Dios y un ritual de exorcismo, algo primitivo para mi entender, pero lo máximo es que el suegro madruga y se levanta para cavar una tumba para su yerno.
“Ragüel, así se llama el suegro de Tobías, se levantó y fue con sus criados a cavar una fosa, pues se dijo: «Es posible que haya perecido, y ello nos convierta en burla y escarnio para la gente». Cuando terminaron de cavar la fosa, Ragüel volvió a casa, llamó a su mujer y le dijo: «Manda que vaya una criada a ver si está vivo. Si ha muerto, lo enterraremos sin que nadie se entere». Encendieron una lámpara, abrieron la puerta e hicieron entrar a la criada”.
Lo que sigue le toca al lector buscarlo en la Biblia.
Las lecciones que nos deja el libro son hermosas. Entre otras señalo algunas:
– La importancia de la familia y el matrimonio. Después de la crisis de las instituciones nacionales derivadas por el exilio del pueblo de Israel a Babilonia, la familia se convierte en el espacio privilegiado donde se vive y transmite la herencia espiritual del judaísmo.
– La providencia de Dios y la angelología. Todo el libro es un canto a la providencia de Dios que cuida de sus hijos y presenta a los ángeles como los mediadores privilegiados de la actuación de Dios y los ejecutores de sus designios.
– El valor de las “buenas obras”. Uno de los aspectos más resaltados en el libro es el comportamiento de sus protagonistas, especialmente del anciano Tobit, cuya vida ha estado marcada por el cumplimiento riguroso de la ley de Moisés y sus preceptos, y por su firme piedad manifestada en la práctica de las buenas obras, entre las que destacan la oración y la limosna, la asistencia, la hospitalidad, la justa retribución y la sepultura.
– La doctrina de la retribución individual está muy presente. Aunque el justo se vea sometido a graves pruebas y dificultades, siempre que se mantenga fiel, obtendrá la bendición de Dios.
Con razón el autor del cuadro de María Desatadora de Nudos tiene plasmada esa historia donde la enfermedad y el cuidado de la vida matrimonial, ocupan un lugar importante en sus ojos y en sus manos, que desatan los nudos.